EL REFLEJO DEL MAQUILLAJE

El devenir de todas las experiencias agrícolas que realizamos con nuestros productos, no es más que el fiel reflejo del cariño que le ponemos desde la formulación y elaboración en fábrica, hasta la obtención del resultado final, en la cosecha del cultivo en cuestión.

Viendo el espectro que proyecta la utilización de las redes sociales, no quería dejar pasar la ocasión que me permite el blog creado hace un tiempo, y plasmar a través de él las distintas experiencias que estamos obteniendo. Recordar que el pseudónimo, es una tendencia formal, y de muy extendida utilización, para encontrarnos por internet; supongo que mi caso no iba a ser el último.

El título de la primera agro-publicación deja mucho que entrever sobre la esencia de los productos utilizados: bioactivadores, bioestimulantes, medios de defensa fitosanitaria, inductores de autodefensa, mejorante de suelos, fertilizantes especiales...

Esta relación de tipos de productos (que irá incrementándose con el paso del tiempo, y sobre todo con el avance de la agro-biotecnología), es con la que intentamos conjugar una serie de técnicas de cultivo en las diferentes “apuestas” que nos surgen. Digo bien, “apuestas”, porque sin tener el reconocimiento de una multinacional, tras presentar nuestras propuestas a las diferentes entidades agrícolas a las que nos acercamos, sólo obtenemos como reto una difícil situación. Aunque la sorpresa suele aparecer, cuando somos capaces de proponer un guión consecuente con la obtención de unos resultados dignos de ser mencionados en posteriores publicaciones.

A pesar del desconocimiento que tiene una gran parte del mercado agrícola sobre nosotros, sí que compartimos la distribución internacional con una empresa de arraigo mundial, en el sector de insumos para la obtención de productos como: soja, trigo, maíz, arroz,… ADM se convirtió en mayo de 2012 en distribuidor del GRUPO IÑESTA en “cuasi” todo el mundo, tras haber contrastado en los diferentes cultivos que controla, la bondad de nuestras formulaciones.

El desarrollo de dichas formulaciones, además del conocimiento, su utilización, y comercialización en España quedaron un poco estancados desde que, en los años 90, Alfredo Iñesta tomó el mismo camino que Cristóbal Colón. Hizo las Américas, y volvió a conquistarlas con sus productos; retomó el tema nacional hace unos 5 años, y desde hace unos 3 estoy colaborando en ello por tierras andaluzas y extremeñas.

El devenir de los diferentes cultivos que se desarrollan en España, provoca siempre la aparición de alguna posible mejora. Enfrentarse a este reto, significa que debemos ser capaces de extraerle ese PLUS de rendimiento, con el que seamos capaz de convencer a propios y extraños (gerentes, ingenieros, técnicos, agricultores,…).

Con las formulaciones y las técnicas de cultivo que proponemos desde el GRUPO IÑESTA, accedemos también a los diferentes requerimientos que el consumidor actual nos exige: producir  unos alimentos seguros, que respetemos el medio ambiente, que se racionalice el uso de los productos químicos, y que a su vez éstos sean sustituidos por bioactivadores bióticos dentro del Manejo Integrado de cultivos, para que así provoquen sobre los cultivos la llamada resistencia inducida, atenuando la problemática de los diferentes patógenos.

Extensa presentación y descripción de los pilares de nuestro trabajo, para terminar con la explicación de ese rentable maquillaje, que consiste en la aplicación de forma puntual de unos bioactivadores que convergen cada uno de ellos, en una determinada etapa de cada cultivo.

El escepticismo de la agricultura actual, hace que el reflejo de ese maquillaje, no sea detectado nada más que con la grata facilidad, de poder contrastar cuantitativa y cualitativamente, la cosecha definitiva. Ocurre, que la persona que se permite conocer el efecto de la aplicación en los tratamientos de los diferentes productos, puede llegar a predecir el incremento de la mejora, con cierta antelación.

Para saldar la presentación, me gustaría reseñar que el éxito de “el reflejo del maquillaje” ha de tener un soporte fundamental, basado en una correcta e idónea fertilización. De poco nos serviría adquirir un lujoso cosmético, si no es para que una bella señora pudiera lucirlo; cualquier notable bioactivador aplicado en un cultivo que haya sido abonado acertadamente, provocará la mejora deseada en la cosecha esperada.